miércoles, 17 de septiembre de 2008

Carta a una Amiga

Natalia, si hace varios días que no hablamos, y la verdad soy malo escribiendo cartas, siempre evito hacerlo, soy malo escribiéndolas, me cuesta responder los correos electrónicos, o enviar por que simplemente se envía una carta o un correo, esta carta te la había prometido hace más de tres semanas o algo así creo, cuando me dijiste que te contara en una carta algo sobre mi vida, sobre mis años y el tiempo, y si tengo una especie de obsesión con el tiempo y como van pasando los años, será que tal vez le temo al tiempo negra, será que veo como el tiempo va pasando y yo me voy quedando parece, o tal vez como me decía una amiga hace unos meses, tan joven y tan viejo, la cantidad de cosas vividas en tan poco tiempo, el tener 31 y ya saberme un sobreviviente de antemano indiscutiblemente creo que me ha marcado en mi vida, mucho mas de lo que quisiera o espero.

La verdad no sabia bien que contarte de que hablar, me acordaba de nuestras conversaciones hace un par de semanas, cuando me hablabas de tu vida en el norte durante tu infancia, del significado de las cosas, de tu árbol, de la casa donde vivías, aquella cotidianeidad para mi tan cargada de magia y tan lejanas a las formas de vida que siempre tuve acá, o lo que me contaste de tus árboles nuevos que plantaste con tu hermanos y tu hija en la casa en mar del plata, de los nombres, de las cosas como adquieren un nombre y un significado, cargados de una magia y un simbolismo, o cuando me hablaste de tu flamenco en el río, nombrando las cosas como si por solo llamarlas cobraran existencia propia en las palabras, como cuando dices fuego y la palabra te quema los labios, o cuando hablas de besos y logras sentirlos nuevamente.

Recuerdo que ese día, te conté que la ciudad me termino tragando temprano con sus historias y miserias, en vez de perderme en bosque infinitos, me perdí en las calles, olvidando la inocencia y los sentidos trascendentes demasiado rápido, te hable que el negro, las botas y el alcohol en las calles llegaron demasiado rápido, junto con las escapadas de la policía, simplemente por que aspecto de estos chicos parecía peligroso para su sistema, o el marcar paredes con pintura iba en contra de lo establecido, o los versos de Hijos del Alcohol la historia de los cinco amigos de no mas de quince años, medio borrachos con intereses disgregados y a ratos en común, y que la soledad de nuestras vidas nos lleva a crear, nos lleva a decir esto es una mierda, si la bandita alcohólica que teníamos con los chicos, los ensayos a la salida de clases en el Liceo de Aplicación, y todo lo que vino después, la expulsión y el resto de las historias, el seguir rodando por la vida con los libros bajo el brazo, y los discos de the cure, cocteau twins, cranes o Nick Cave, retumbando en los oídos, para dejar un poco las ideas en paz, o crear otras nuevas, pero eso es parte del todo lo vivido, por lo que una o otra forma sigo peleando a la contra, y parece que ya me acostumbre a eso.

Negra la verdad no sabia que contarte, que parte del todo, pero anoche como de costumbre cuando menos te lo esperas pasa algo, algo extraño e indescifrable, que te hace volver atrás, que te regresa la pregunta, y te tomas la cabeza y piensas donde y por que comenzó todo, sabiendo que no tendría final, fue re complejo, después de varios días sin hablar con Celeste, llegar de la nada al tema de la fe, de creer en algo mas, a causa de la muerte de una persona, y decirme que, “ese actitud de nihilismo creo que es la razón que no me he dejado sentir por ti tan profundamente como podría, es solo la verdad no hay nada malo que esa forma de ser y pensar pero no elegiría eso para mi vida”, como si el nihilismo lo eligieras, como si decidieras simplemente no creer y punto, como si decidieras por que si no creer en nada, Negra no imaginas lo complejo que es el tema para mi, como cresta te libras de un día para otro de todas las dudas existenciales que te siguen de la infancia, como cresta te aferras algo, si en el fondo sientes que no hay nada, no imaginas lo complejo que es el tema negra, lo difícil que se me vuelve, como puedes creer en un más allá si tu vida ha estado cargada de dudas, cuando has visto muerte y miserias, ver desaparecer a varios de los míos, como mierda vives una fe trascendental si la gente que tienes o has tenido cerca se perdió en ello, cuando tu mejor amigo se suicido por que creía que era un ángel, y otro murió de sobredosis, y otro se arrojo al vacío por que ya no daba más y un par de ellos murió de sida, por que sus cuerpos estaban muertos de antemano, cuando te han cagado por ser honesto y no querer dañar a nadie, cuando te han traicionado quienes menos debían hacerlo, dime a que le rezas a que tabla te aferras, sino a la que tienes mas cerca, como cresta le explico, como diablos le hago entender que mi fe radica en los afectos, en los que queda en los que están aquí.

Negra como no pueden entender que, en vez de creer en la eternidad trascendente, me aferro y creo mas en lo que tengo cerca, en saber que leerás luego esto, en tener cerca a mis viejos y a los locos de mis hermanos, en los amigos que esta aquí cerca, en la pequeña Joyce que me sigue robando palabras y logra levantarme cada vez que decaigo o algo anda mal, que me espanta a las brujas silenciosas que me quieren quitar los restos de alma que guardo a cambio de juegos intrascendentes, en los besos de Nontue, ahí esta en lo que creo, por que eso lo vivo dentro de lo cotidiano, y parece que no hay más a que aferrarse y si lo hay en verdad no lo encuentro, o no se como se busca o donde esta.

En fin Negra, así se nos da la vida y no de otra forma, así la aprendí a vivir parece y no de otra, tal vez este mas lejos que nadie del cielo pero se que estoy cerca de quienes tengo acá y eso si me hace feliz y me hace seguir cada día.

Esa es la historia esa es la constante en mi vida, ya estamos saldados con esto, sabes creo que publicaremos esto, pero le quitaremos un poco, para no darle mucho más que hablar a la gente y con lo que obtengamos de los derechos pagamos el café y los cigarrillos que nos debemos para cuando llegues a santiago.

Septiembre de 2008

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Códigos y complicidades , están tácitos en los amigos , y la posibilidad de elegirlos, en esta nuestra experiencia de vida
Non_Non ( sep 08)

Isabeau dijo...

Que bien descrita aquella casi condena de los descreídos. Aquellos que ya no pueden ni siquiera soñar...a ratos se puede y es magia, luego la realidad te aplasta con toda su fuerza...y seguir en el mundo...difícil...pero lo ha sobrellevado y creo que bastante bien.
Abrazos...