Salió del trabajo, caminó por Bustamante hacia plaza Italia, prendió un cigarrillo, puso un disco de Sabina y miró a la chica de la esquina con una oscura devoción por su trabajo, la mujer se acerco y le pidió un cigarrillo, él la mira y se lo pasa, lo prende y ríe, ella lo mira y le dice – hace frío esta noche – el la mira y dice – quieres que pasemos el frío – ella acepta y él también. Media hora después dos desconocidos ríen y lloran en medio de café y cigarrillos en un bar.
Recordando
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No sé porque decidí escribirte hoy, ni porque te siento tan cerca. Nunca
quise atar tu camino al mío, pero de algún modo tu reencauzaste el mío.
Contig...
Hace 11 meses
2 comentarios:
Las experiencias plasmadas..
yo jamas habria aceptado algo asi con un conocido..menos con un extraño! jaja
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